¿Por qué nos endeudamos?
Llegar al endeudamiento sin duda es algo muy fácil sobre todo cuando pensamos que podemos cubrir las deudas que hemos adquirido. El error radica en adquirir deudas innecesarias para cubrir gastos que realmente no son una prioridad.
Te ponemos un ejemplo, quieres ir de vacaciones a un lugar y tus ahorros o tu presupuesto actual no pueden cubrir, pero “te organizas” y consideras que haciendo un préstamo pequeño pudieras cumplir tu sueño, decides elaborar un plan de pagos y calculas que pagarás la deuda en poco tiempo; sin embargo, quizás no estas tomando en cuenta otros factores que pueden suceder en el camino.
Es importante que valores todos los escenarios posibles al momento de adquirir una deuda: ¿Realmente tienes la capacidad para cubrirla?, ¿en cuánto tiempo vas a saldarla?, ¿qué pasaría si tienes un gasto de emergencia, estas preparado?, etc.
Una de las causas que nos hacen endeudarnos es el fácil acceso a un crédito, algo que solo alimenta este mal hábito, tener una tarjeta de crédito es un ejemplo de ellas y la más común, prestamos de dinero al instante, pero que poco a poco generarán altos intereses y grandes sumas de dinero que pagar.
¿Cómo saber que te estás endeudando?
Gastas más de lo que puedes pagar, esta es señal más evidente, estás gastando en cosas que realmente no puedes comprarte con tus ahorros o con tu salario.
Condiciones que te pueden llevar a la lucha inesperada de las deudas:
Por adelantar el futuro
Probablemente la experiencia de vivir las mejores vaciones de tu vida en un lujosos hotel pueda dejarte en quiebra.
Por condiciones patológicas
¿quién no disfruta comprarse un par de zapatos nuevos, una cartera costosa, un auto del año entre otras cosas?
Esto es debido a las hormonas de la felicidad que se esparcen cuando se activa el centro de las recompensas. Las compras son autorecompensas que reparten endorfinas por todo el cuerpo, la felicidad llega. En momentos de estrés o poco felices una solución es activar el centro referido.
Lo malo es la consecuencia, deudas. El consumismo es terrible para unas finanzas sanas.
Por falta de disciplina
Disciplina para el ahorro o para mantenerte enfocado en tus objetivos financieros. Si creas un presupuesto de gastos fijos cada mes, también haz una con gastos variantes e incluye un porcentaje para darte tus “gustos”.
Recuerda revisar este presupuesto constantemente y hacer ajustes si lo necesitas, pero es importante que mantengas una disciplina de respeto a lo que has planeado.
Baja autoestima
La necesidad de reconocimiento en combinación con baja autoestima puede provocar que te compares con otras personas, tu amigo, tu vecino, tu compañero de trabajo, etc. Lastimosamente siempre habrá alguien que tenga más que tú, porque puede mantener la clase de vida que lleva o porque está más endeudado que tú, no compitas y enfocate en tu economía.
Recuerda que la teoría de “La vida es ahora” nos guía por un camino muy interesante, pero que en ciertos casos nos puede complicar el futuro, pensar que mañana quizá no existamos, es una apuesta que casi siempre perdemos. Adelantar el futuro con deudas te puede salir muy caro.