El spread financiero es un término muy utilizado frecuentemente en los mercados de valores. Sin embargo, no excluye su presencia en otro tipo de mercados. Saber en qué consiste y cómo se calcula es base fundamental para el desarrollo de las empresas que hacen vida en este campo del mundo financiero. Aunque es un término que encierra más de un significado, el spread puede ser definido básicamente como la diferencia entre el precio de venta y el precio de compra de un mismo producto.
En este artículo hablaremos un poco sobre algunas acepciones y aplicaciones del spread en el mercado financiero. Su importancia, su cálculo, y su aplicación. Ya que, aunque no lo sepamos, el spread está presente en casi todas las transacciones que realizamos cada día. Cuando vamos a comprar o vender algún producto, nos encontramos que existe una diferencia entre el precio de compra al que podemos vender y el precio de venta al que podemos comprar, esto es el spread.
¿Qué es el spread?
El spread, aunque puede variar en su significado de acuerdo al tipo de mercado donde se utilice. Es básicamente una medida estadística o indicador financiero que viene dado en puntos y es utilizado frecuentemente para establecer el grado de liquidez del mercado. Su valor viene determinado por la diferencia entre el precio de la oferta (ASK) y el precio de la demanda (BID) de determinado producto. Generalmente mientras menor sea el valor resultante del spread, mayor será el nivel de liquidez del mercado donde se actúa.
¿Cómo se calcula el spread financiero?
El cálculo del spread financiero es en realidad muy sencillo. Dicho de una manera práctica, tomaremos como ejemplo las operaciones de una casa de cambio. Cuando se va a comprar un determinado tipo de moneda nos encontramos con dos valores. Uno refleja el valor de venta (es el valor al que vamos a comprar la moneda), y el otro refleja el valor de compra (el valor al que podríamos vender la misma moneda).
Pues bien, el valor del spread viene dado por el diferencial de estos dos valores del mismo producto, en este caso la moneda que queremos comprar o vender. Es decir, solo debemos restar al valor de venta, el valor de compra. Veámoslo con números: la tasa de cambio de la moneda X es de 93,80 / 93,65. En dónde 93,80 es el valor de venta al cual podemos comprar, y 93,65 el valor de compra al que podemos vender.
Entonces, spread = 93,80 – 93,65. El resultado es que el valor del spread es de 0,15 puntos.
Es bueno aclarar que en la determinación del spread influyen dos factores principales: uno es la volatilidad del activo, que contribuye al incremento de su valor. De esta manera, cuanto más volátil sea el activo o producto, mayor será su spread. Y dos, su liquidez, que influye de forma contraria en el cálculo del valor de este indicador, es decir, mientras mayor liquidez tenga el activo más bajo será el valor de su spread.
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