Mindfulness se podría definir como una técnica que permite reconocer lo que está sucediendo mientras está sucediendo; permite aceptar activamente el fluir de la experiencia tal cual se está dando, disfrutarla de ese modo y dejar que la situación fluya. Quedarse solo con lo que experimentamos sin agregar nada más es lo que la práctica de mindfulness permite.
¿Cómo puede influir en los negocios?
El Mindfulness aplicado al mundo corporativo tiene mucha acogida entre los conocidos como millennials, que son aquellas personas nacidas entre los primeros años de la década de 1980 y los últimos de la década de 1990. En general, se trata de un grupo de personas más abierto a todo tipo de prácticas que puedan llevarlos a un balance de vida, como algunas de las orientales, por ejemplo.
En relación a los negocios se suele enfocar en desarrollar las habilidades de inteligencia emocional que se necesitan en el lugar de trabajo para aplicarlas en reuniones, emails, presentaciones, conversaciones o labores de alta concentración. Todas las interacciones mencionadas requieren de la capacidad de posicionarse en el lugar adecuado, entender el contexto y saber con quién se está hablando. El mindfulness, entonces, es una herramienta que puede contribuir a brindar esas capacidades y, en consecuencia, repercutir positivamente en el desarrollo de nuevos negocios.
¿Qué ventajas tiene el mindfulness para hacer negocios?
Se trata de un trabajo totalmente pragmático, en el cual se aterrizan en el ámbito personal y laboral las ventajas de poner atención plena a las actividades diarias y hacer las cosas a conciencia.
Uno de los puntos centrales: elimina -o ayuda- el miedo a no ser capaz de llegar a una meta, de lograr un objetivo. Ese temor puede ser parte de la persona desde niño o haberse desencadenado a partir de una frustración reciente. Lo importante es que a partir de la práctica de mindfulness es probable que la persona lo pueda vencer, lo cual podría ser útil para destrabar su capacidad de trabajo y de desarrollar su proyecto adecuadamente.
Este conjunto de prácticas también puede contribuir a mejorar la toma de decisiones. Está claro que es difícil tomar una determinación, y más cuando se habla de negocios, de finanzas o del propio emprendimiento. Las habilidades que el mindfulness se encarga de brindar y de desarrollar a pleno pueden ser útiles para aprender a decidir en ciertas circunstancias.
No perder la idea central es un punto clave para poder llevar adelante cualquier proyecto, sin importar de qué rubro se trate. Mantener la idea fundamental fija en la cabeza puede ayudar en momentos de flaqueza o de adversidad -financiera, emocional, económica, familiar-. Siempre es importante quedarse con esa idea y no perderla de vista, aunque el contexto sea desfavorable.
Saber reaccionar con más consciencia ante una situación estresante es otro de los beneficios que puede dejar la práctica de mindfulness. Cuando se presenta un elemento que irrumpe en la normalidad del desarrollo de un proyecto o de un negocio, es probable que la ansiedad y el estrés no permitan pensar adecuadamente.
El mindfulness ayuda, además, a descartar los pensamientos que vayan en contra de los proyectos y del trabajo que llevará a cumplir con esos proyectos.
La capacidad de concentración y la habilidad para pensar en formas no tradicionales son resultado directo de la práctica de mindfulness. Si bien hay quienes tienen estas capacidades de manera natural, lo cierto es que, en general, se requiere de una preparación que las desarrolle.
En suma, todos los beneficios que tiene el mindfulness apuntan y contribuyen a un mismo objetivo: preservar la energía y optimizar al máximo su uso para el desarrollo del negocio en cuestión. Es por eso que se suele recomendar esta práctica para aquellas personas que se encuentren en un proceso de crecimiento y que quieran maximizar su productividad.
Fuente: https://www.iprofesional.com/